sábado, 5 de marzo de 2016

INTRODUCCIÓN





¿Qué es?

La biomasa es la materia orgánica procedente de plantas y animales que puede convertirse en energía. Los residuos tales como restos de cosechas, podas, estiércoles y diversas basuras orgánicas son excelentes fuentes de biomasa como combustible.
La energía de la biomasa también proviene del Sol. Los vegetales absorben y almacenan una parte de la energía solar que llega a la tierra y a los animales en forma de alimento.
Se usa directamente quemándola para obtener calor o para generar electricidad a nivel industrial mediante turbinas de vapor. La biomasa también se puede emplear en la obtención de gas metano, biodiesel y otros biocombustibles.
Puede ser: natural, la que produce la naturaleza; residual, la que genera la actividad humana; o producida, que es aquella cultivada con el propósito de obtener biomasa con fines energéticos.

Historia


La biomasa fue el principal combustible para el ser humano hasta la Revolución Industrial. Se utilizaba para cocinar, para calentar, hacer cerámica, y, posteriormente, para producir metales y para alimentar las máquinas de vapor.

Estos nuevos usos requerían mayor cantidad de energía en un espacio cada vez más reducido, por lo que promocionaron el uso del carbón como combustible sustitutivo, a mediados del siglo XVIII.


Se empezaron a utilizar otras fuentes energéticas con un mayor poder calorífico y el uso de la biomasa fue bajando hasta que coincidieron con el uso masivo de los derivados del petróleo y con unos precios bajos de estos productos.



A pesar de ello, la biomasa aún continúa teniendo un papel destacado como fuente energética en diferentes aplicaciones industriales y domésticas.

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